El Acuerdo de Asociación Comercial entre Costa Rica y Ecuador, próximo a entrar en vigor el 1 de octubre de 2024, representa el primer tratado negociado bajo la administración del Presidente Rodrigo Chaves.
Este acuerdo fortalece la relación comercial entre ambas naciones, caracterizadas por su cercanía geográfica, idioma común y afinidades culturales. Además, abre un mercado potencial de más de 18 millones de consumidores ecuatorianos, consolidando a Ecuador como el tercer destino más importante para las exportaciones costarricenses en América del Sur.
Desde junio de 2022, la negociación del acuerdo fue llevada a cabo con un enfoque pragmático, con la participación de más de 20 instituciones costarricenses. Tras varias rondas de negociación, el acuerdo fue firmado el 1 de marzo de 2023 y aprobado por la Asamblea Legislativa en mayo de 2024. Este tratado no solo fomenta el comercio de bienes y servicios, sino que también incorpora nuevos componentes como la equidad de género, apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), y la promoción de buenas prácticas regulatorias.
Uno de los elementos más relevantes dentro del acuerdo es el capítulo sobre Propiedad Intelectual (PI). Dentro del acuerdo, se establecen compromisos para proteger marcas, indicaciones geográficas, derechos de autor y conocimientos tradicionales, aspectos que son claves para potenciar la competitividad de los productos nacionales, tanto en el mercado ecuatoriano como en el internacional.
Productos emblemáticos costarricenses como el Café de Costa Rica, el Banano de Costa Rica y el Queso Turrialba se incluyen en un anexo de indicaciones geográficas que recibirán protección específica en Ecuador. La protección de estas indicaciones geográficas no solo fortalece la identidad cultural y el reconocimiento internacional de estos productos, sino que también les garantiza una mayor diferenciación en el mercado ecuatoriano.
Además, el acuerdo refuerza la observancia de los derechos de PI y fomenta la cooperación en áreas como la ciencia y la tecnología, lo que promueve un intercambio más dinámico de conocimientos y prácticas entre ambos países.
La entrada en vigor del acuerdo creará un entorno más favorable para la integración económica regional, abriendo nuevas oportunidades para las empresas costarricenses en áreas clave como la tecnología, la innovación y el comercio de productos diferenciados por su origen. En un contexto donde la PI es cada vez más valiosa, este acuerdo fortalece el marco jurídico necesario para proteger los activos intangibles de las empresas y generar un mayor crecimiento económico en la región.
Por:
- Marco Lopez Volio
- Irene Robert